sábado, 28 de agosto de 2010

ACTO 25 DE AGOSTO

RECORDAMOS UN AÑO MÁS DE LA DECLARATORIA DE NUESTRA INDEPENDENCIA

El 19 de abril de 1825 comienza la gran epopeya. La causa patriota de la Provincia Oriental había encontrado eco en Buenos Aires y con la proclama encabezada con: “Argentinos Orientales...”, se reclutaron los hombres, un puñado de hombres, que eran todo valor y estaban convencidos en lo profundo de su alma de que los orientales en su propio suelo se le sumarían rápidamente. Así fue, Lavalleja y Oribe encabezaron la cruzada de los Treinta y Tres y rápidamente fueron sumando patriotas. El Imperio de Brasil, tan poderoso, venía siendo derrotado sistemáticamente, no sólo en las escaramuzas de campo sino en su moral, los subyugados se rebelaban en tropel.
Lavalleja había establecido su cuartel general en Florida, mientras la enorme responsabilidad del sitio de Montevideo había recaído en su segundo jefe, Oribe. Lavalleja no era sólo el jefe militar, también consideraba que la gran adhesión patriota justificaba la formación de un gobierno provisorio para darle organización a la reconquista de la Provincia Oriental, a la que quería reunir con las Provincias Unidas, como lo soñara Artigas. Con ese fin ordenó que los Cabildos enviaran un representante por departamento para constituir el Gobierno Provisorio de la Provincia.. Efectivamente se instaló el 14 de junio de 1825, con cinco miembros que eligieron a Manuel Calleros para presidirla.
Lo primero que dispuso el Gobierno Provisorio fue pedir a los pueblos de la Provincia el nombramiento de delegados para poder constituir una Junta de Representantes, la que se instaló en la Florida el 20 de agosto. La presidió el Padre Juan Francisco Larrobla. El día 22 de agosto designó, por unanimidad, a Juan Antonio Lavalleja como Gobernador y Capitán General de la Provincia.
El día 25 de agosto de 1825 en un rancho de paja y terrón junto a la iglesia de la Florida, se procedió a leer la Declaratoria de la Independencia, que poco más tarde se leyó ante todo el pueblo en la Piedra Alta, sobre el río Santa Lucía chico, a las puertas de la ciudad.
La declaratoria la leyó el propio Padre Larrobla con la asistencia de diez diputados y un secretario. Su texto decía así:
“Declara írritos, nulos, disueltos y de ningún valor para siempre, todos los actos de incorporación, reconocimientos, aclamaciones y juramentos arrancados a los pueblos de la Provincia Oriental, por los intrusos poderes de Portugal y Brasil que la han tiranizado, hollado y usurpado sus inalienables derechos y reducido al yugo de un absoluto despotismo, desde el año 1817 hasta el presente de 1825”.
Y además declaró : “Libre e independiente a la Provincia Oriental, no sólo del rey de Portugal y del emperador del Brasil, sino, también de cualquier otro poder del universo, y con amplio y pleno poder para darse la forma de gobierno que en uso y ejercicio de su soberanía estime conveniente”.
Obsérvese que esta declaratoria de independencia no lo es de las Provincias Unidas del Río de la Plata, sino del poder que nos humillaba, el Brasil, o de ulteriores dominios.
La Independencia estaba declarada, había que lograrla plenamente y en esa tarea continuaron los orientales hasta que las circunstancias políticas hicieron a la Provincia totalmente independiente y nació la República Oriental del Uruguay.







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